
Enzo Bruno se apropió de la tarde, el último domingo en Santo Pipó. La famosa ley del ex se hizo carne en el bombazo que metió desde afuera del área para clavarla en un ángulo y darle el necesario triunfo a Sporting sobre Guaraní, por la sexta fecha del Torneo Regional Amateur de fútbol.
Ese triunfo fue clave, como agua en el desierto, para los dirigidos por Diego Millán, que avanzaron así a la segunda posición y quedaron a uno de La Franja gracias al empate sobre la hora de Nacional de Puerto Piray en Jardín América, ante Deportivo. Fue una fecha que tuvo todos los condimentos. Y Enzo se llevó todos los flashes.
“La verdad es que esperaba que, en la jugada del gol, la pelota llegara para mi lado, pero nunca imaginé que me iba a caer en el pecho”, le dijo ayer a EL DEPORTIVO el goleador dominical, con respecto al latigazo que sacó desde casi 30 metros y que superó la estirada del arquero franjeado Diego Pave.
“Por suerte, cuando la paré con el pecho, me quedó a la altura justa para poder cruzarla. Verla entrar fue una alegría muy linda. Es algo que siempre buscamos como jugadores de fútbol”, especificó Bruno, quien desató así la locura en las tribunas del estadio de Sporting.
Mientras le pide al cielo seguir de racha y lograr la clasificación a la segunda fase con el albirrojo (“ojalá podamos seguir de racha”, suplica), Enzo reconoció que era necesario un triunfo como local, resultado que no habían obtenido aún en el certamen.
“Toda la gente terminó muy contenta, y eso es lo que queríamos. Necesitábamos ganar de local y justo se nos dio con Guaraní, que es el equipo que mejor se armó. Encima después nos enteramos de lo que pasó en Jardín y cerramos un fin de semana perfecto”, lanzó el jugador, en relación con el agónico empate de Jardín ante Nacional, que favoreció a los de Pipó.
Sobre su pasado con la camiseta de Guaraní, Bruno aseguró que guarda el mejor de los recuerdos, pero que hoy se debe al club del interior provincial.
“Uno trabaja y entrena para ganar. No sé si puede estar bien o mal gritar un gol, es simplemente lo que me salió en el momento. La gente de Guaraní sabe que di lo mejor de mí y estoy seguro que no me va a reprochar nada”, especificó el mediocampista ofensivo.
Al analizar el triunfo, Enzo ratificó que “fue un envión anímico muy grande. Ya se nos había escapado el triunfo ante Nacional de Piray, que fue todo culpa nuestra. Nos quedamos con esa espina. Por eso creo que este es el envío anímico que necesitábamos para traer el mejor resultado el próximo fin de semana, que nos toca viajar a Santo Tomé para visitar a Barcelona”.
Claro que Bruno sabe que, en Corrientes, las cosas no serán para nada fáciles. “Barcelona ya nos demostró que es un rival duro, que no tiene problemas en ‘poner la patita’. Pero nosotros estamos confiados en traernos un buen resultado de allá. Ya en el partido de la primera vuelta, acá en Santo Pipó, jugamos bien pero no pudimos, no se nos dió. Ese día no quiso entrar y terminamos 0-0. Ahora se abrió el arco”, confío.
Por último, Bruno se refirió a los seguidores de Sporting: “Le decimos a la gente que se quede tranquila, que hay un equipo muy bueno, en el que todos estamos unidos y trabajamos a la par. Vamos a dar pelea hasta el final, hasta que nos dé el cuerpo. Pueden tener la confianza y tranquilidad de que siempre van a ver un equipo con ganas, dispuesto a dejar todo”.